martes, 1 de febrero de 2011

RAFA NADAL SE QUEDA EN CUARTOS

David Ferrer dio la sopresa de la jornada al ganar el derbi español de cuartos de final a Rafa Nadal y por ende eliminar al número 1 del Open de Australia, evitando así que éste consiguiera ganar los cuatro 'grandes' seguidos. El alicantino se medirá a Andy Murray en semifinales, mientras que el balear tendrá tiempo de recuperarse de sus problemas musculares.
"No es que me lo crea, es que Rafa es muy bueno", advertía un David Ferrer que nunca había pasado de los cuartos de final en el Open de Australia. Quizá con esta afirmación se quitaba presión para lo que estaba por lograr, eliminar a Rafael Nadal del primer Grand Slam de la temporada. Influyeron los problemas físicos del balear, pero sobre todo el buen hacer del alicantino, cuyo juego por momentos rozó la perfección. El marcador final, 6-4, 6-2 y 6-3 tras dos horas y treinta y dos minutos de juego, hizo justicia a lo visto sobre el tapete azul de una abarrotada Rod Laver Arena.
El partido rompió cualquier guión establecido. Los dos primeros juegos del partido duraron 23 minutos, botón de muestra de lo dura que era la batalla entre ambos tenistas sobre el cemento 'aussie'. El peor parado de esta circunstancia salió Nadal, que en el segundo juego notó un pinchazo en los isquitibiales de su pierna izquierda que hicieron saltar las alarmas. Se fue el balear a vestuarios para ser atendido por el fisioterapeuta del torneo y, aunque pudo continuar, su físico ofrecía muchas dudas ante un rival que exigía en demasía. Y es que Ferrer siguió en la misma línea que viene mostrando en tierras oceánicas, muy ágil de piernas, muy fino con su derecha y con una variedad de golpes que vuelve loco a sus rivales. Sólo se le puede achacar que estuviera a punto de dejar una ventaja de 5-2 a favor en esta primera manga por culpa de la precipitación y los nervios. Sus fallos en cadena permitieron que Rafa llegara incluso a tener opciones de igualar el marcador (5-5), pero supo reengancharse a tiempo al partido para cerrar el primer set tras 70 minutos de intenso juego.
Gran nivel y excelente agilidad de piernas de Ferrer
En el tiempo de asueto Nadal se cambió la camiseta, esa de una talla más grande con la que juega para disminuir la sudoración y por consiguiente el desgaste. Sorprendió el balear al romper en blanco el servicio de Ferrer en el segundo juego de la reanuación, pero fue simplemente un oasis en un desierto con muchas dunas que remontar. Se le vio justo de fuerzas, sobre todo cuando jugó a la contra. Por su parte, Ferrer hizo los deberes de una lección que tenía bien aprendida. No es justo comparar épocas, pero por momentos recordó a aquel jugador que enamoró al mundo en 2007 llegando a ser número 4 del mundo y jugando la final de la Copa Masters (por aquel entonces disputada en Shanghai). Buscó con insistencia la derecha de Rafa, moverle de lado a lado y sus latigazos se disfrazaban de ganadores para jolgorio del respetable.
Hasta nueve juegos consecutivos logró Ferrer, lo que traducido sería apuntarse el segundo acto y tomar ventaja en el tercero y a la postre última manga del encuentro. Un set que apenas tuvo historia porque la tensión bajó a medida que se consumía el reloj, fruto de la relajación de 'Ferru' por un lado y las limitaciones de Rafa a medida que acumulaba golpes en su raqueta. Nunca un número 1 del mundo se ha retirado en un Grand Slam en la Era Open y Rafa no iba a ser el primero. Loable fue que siguió siendo competitivo hasta el final, buscando resquicios en el muro que durante todo el choque fue Ferrer. Una vez más David pudo con Golliat.
El rival de Ferrer en semifinales será Andy Murray, con quien se ha medido hasta la fecha en cinco ocasiones, con un bagaje de 3-2 favorable al español.
[foto de la noticia] La cara de la derrota.
David Ferrer alza los brazos al cielo celebrando la victoria.David Ferrer alza los brazos celebrando la victoria.

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